martes, 7 de junio de 2011

Galería de Cuidamundos


Por desgracia esta nota es al mismo tiempo presentación y obituario! Chusca siempre fue esquiva a la publicidad...o por lo menos selectiva. Es posible que se debiera a su estirpe aristocrática, a su estilo que nunca abandonó pese a las contingencias del clima y el ambiente. Sus privilegios se le respetaron, además de que los defendió. Su estirpe y sus genes seguirán ladrando durante las noches de luna en los riscos de nuestras ariscas breñas.


Al fin de cuentas, en la vida de Chusca terminaron por imponerse las pasiones. Si bien la princesa de Ondeyó no murió estrellada en un túnel, ni fue acusada jamás de meterse con un cuidador de caballos, ni con el caballo mismo, la casa Yorkshire no fue ajena al desorden que ha salvado la reputación de otras casas reales a lo largo de la historia, con mayor divulgación a partir del último cuarto del siglo pasado.

Chusca olvidó que el tamaño de su ego y sus aspiraciones no correspondía con el de su cuerpo. Su final, según se dice, fue al mismo tiempo lleno de grandeza y un tanto vergonzoso. Las circunstancias precisas no fueron nunca dadas a conocer con detalle, como correspondía al rango de nuestra heroína. Paz en su tumba!

1 comentario:

  1. Paz en la tumba de Chusca. Gracias por el blog nos mantiene al tanto de lo mejor de Onde Yo. Doña Carmen Elisa manda a decir que le gustaría ver entradas de las gemelas fantásticas, Nefasta y Funesta.

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