viernes, 1 de abril de 2011

Al margen




(Río Guaviare, en Coayare, Guainía cerca a su unión con el Orinoco. Al frente Vichada.)


Por estos días ha habido varios eventos relacionados con el agua: la celebración del día mundial, el terremoto/sunami de Japón y sus consecuencias, el retiro por los interesados, de la propuesta de explotación minera en Santurbán.




(Represa de Betania, Huila)


En este blog se ha insistido con frecuencia en la "producción" y conservación de agua. Los tres eventos mencionados hacen pensar en lo mismo. El primero, por razones obvias. El segundo, porque durante los primeros días de la noticia y en el seguimiento de las consecuencias sobre los reactores nucleares de la zona han sido notables, primero el temor a la emisión de radiaciones, la nube radiactiva y sus consecuencias; y finalmente, la conclusión ingenua: ¡Afortunadamente los vientos llevaron la nube hacia el mar!


La conclusión significa, en primer lugar, que los efectos no les llegarían primero a los europeos sino a América. ¡Qué rápido se olvida que el mundo es redondo, y que en lo redondo no hay principio ni fin! Es como si el mundo fuera plano...entonces, la nube se iría hacia el oriente y luego caería al hoyo del fin del mundo, y listos, todos tranquilos y felices. Pero, además, afortunadamente cayó al agua...y como es el mar, pues no importa. Al fin y al cabo ya está convertido en un charco de mierda y desperdicios. Es la misma lógica con que se pone un tubo (el "emisario") que lleva la mierda mar adentro...para que no la veamos ni nos huela...sólo nos la comamos después. Y al fin y al cabo, del mar sólo sacamos gran parte de la comida de la humanidad!


Sobre lo relacionado con el páramo de Santurbán, escribió Alfredo Molano el 20 de marzo pasado en El Espectador, que los páramos no sólo están amenazados por la minería, sino también por los cultivos de papa y la ganadería, que arrasan fraylejones, lagunas y bosques; que el desarrollo no puede pasar por encima del futuro, y que lo que pasó con Santurbán es una "jurisprudencia social" que no puede olvidarse.




Esta foto es tomada por Belén de Cerinza, en un páramo entre Boyacá y Santander. De esa zona bajan muchas corrientes como esta,

que conforman parte del "Santuario de flora y fauna del alto Guanentá", reserva natural de Virolín. Entre otras cosas, la carretera ("camino de Torres") que pasa por esta zona entre Duitama y Charalá, la están asfaltando. Es decir, llegará el "progreso". Lo que no creo que se haya pensado es lo que va a pasar cuando empiece la compra de fincas, la explotación de los pocos robles que quedan, el establecimiento de potreros y la desertificasción progresiva se acelere. De cuál CAR dependerán las decisiones?

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