Para protegerlos, la mojarra guarda sus huevos en la boca, mientras nacen los alevinos. Y cuando ya han nacido, ellos también se resguardan dentro de la madre ante los peligros...De todos modos, tampoco escapan a la ley de que el pez grande se come al chico.
El 20 de febrero pasado escribió Daniel Samper en El Tiempo, que una razón poderosa en los conflictos de las últimas semanas en el norte de Africa es la falta de comida, porque cada vez somos más los comensales y menos lo disponible. Colombia no escapa al mismo fenómeno, además de que cada vez dependemos más de otros para comer. Y los otros terminan poniendo los precios. Eso es pérdida de soberanía alimentaria. Y en lo doméstico, podría manifestarse como pérdida de seguridad en el mismo campo.
Ondeyó producimos, además de camuros, como ya hemos dicho, pescado. Especialmente mojarras, aunque los bagres ayudan a controlar la superpoblación en el charco. También hemos hecho otros intentos: bocachico, dorada, yamure...
Gracias por volver! me gusta
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