Ondeyó hay un cafetal que fue el reto de Ernesto y es su orgullo; con él demostró cuánto sabe de café y cuánto cariño puede ponerle.
Ernesto vive en una casa de ángeles: Angela, Angélica y Luis Angel. Es el gerente de Ondeyó, un campesino un tanto atípico, sin pena de serlo, que se goza la vida y no se siente tonto por no andar con machete o hacha buscando algo para destruir, o por cuidar las lombrices y arreglar el jardín.
Por supuesto, Ernesto y Angela son también anfitriones. En este testimonio gráfico, acababan de instruir a un ilustre visitante sobre la técnica de ensilaje de comida para los camuros. Luego veremos cómo ellos dos también son importantes cuando se trata de rebuscarnos la comida.
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