El pasado 15 de mayo, en una entrada a propósito de Angélica y Luis Angel, su aprendizaje en la casa y su entrada en la escuela, mencioné cómo la lucidez de su profesora facilitó su vida escolar. Y dije que la profesora lúcida se llamaba Nora García. No era cierto. Acojo su reclamo cordial y me disculpo. El nombre correcto es Nora Rodríguez.
Lo mejor que representa este reclamo es que ahora tenemos una nueva seguidora del blog; esperamos que pronto lo sean los demás estudiantes de la sede Puente Tierra, del establecimiento educativo El Tabor, en San Gil. Los de la sede principal llegarán un poco después.
viernes, 19 de agosto de 2011
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